Época: Bliztkrieg
Inicio: Año 1939
Fin: Año 1940

Antecedente:
La invasión de Polonia

(C) Andrés Ciudad y María Josefa Iglesias



Comentario

Mientras, Hitler, en su discurso en Danzig ocupada el 5 de octubre, hablaba de proponer la paz a los occidentales, que todavía no habían combatido contra Alemania, antes de llegar a lo irremediable, -pero ya era demasiado tarde, y todo quedó en el aire-.
La rápida y desastrosa guerra había ocasionado ingentes pérdidas y destrucciones a Polonia; económicas, culturales y humanas. Los muertos habían sido, según R. Wojna, 644.000, de los que 123.000 eran militares y el resto, 521.000, civiles -otras cifras dan 200.000 soldados muertos, y otras 150.000-. Los alemanes capturaron 694.000 prisioneros y 217.000 los soviéticos- otras cifras dan 450.000 prisioneros de los alemanes y 300.000 de los soviéticos.

Por su lado, los alemanes tuvieron 10.572 muertos, 30.322 heridos y 3.404 desaparecidos; según fuentes polacas actuales, los alemanes perdieron 674 tanques, 919 vehículos y 612 aviones -lo que da fe de la resistencia polaca- y cerca del 80 por ciento de las fuerzas armadas alemanas, si no más, tuvieron que ser empleadas en Polonia. Los soviéticos tuvieron sólo 734 muertos y 1.862 heridos.

Alemania se anexionó Polonia occidental y algunos puntos próximos a Prusia oriental, en los que había alemanes, aunque eran claramente minoritarios. Los soviéticos se anexionaron Polonia oriental, que los polacos habían arrebatado a la URSS en la "cruzada" de 1921, habitada mayoritariamente por ucranianos y bielorrusos, que incluye, entre otras, ciudades como Lwow y Briest. En el centro se creó un "Gobierno de Polonia" bajo protectorado alemán. Sobre la marcha los alemanes iniciarán en "su" Polonia la instalación de campos de concentración (5.870 en total) y las deportaciones, matanzas y destrucciones para "hacer desaparecer a Polonia": el total de muertos después de la guerra de 1939 será de 5.384.000 (cifra que incluye a polacos judíos y no judíos). Las pérdidas económicas por la ocupación serán de 48,7 mil millones de dólares USA y el 43 por 100 de los bienes culturales quedarán destruidos.

Tras la derrota, el presidente Moscicki cede los poderes a L. Raczkiewicz, presidente del Senado, que se establecerá en Francia; el primer ministro y comandante en jefe de los polacos del exterior será el general Sikorski (octubre de 1939), que llegará a tener bajo su mando a un ejército de 80.000 hombres, y los soldados polacos aparecerán en varios de los frentes en que los aliados combaten a italianos y alemanes. Más adelante, aparecerá también la resistencia contra la ocupación.